¿Por qué tu gestión operativa no se alinea con tu gestión estratégica?

 

La gestión operativa de una organización es el día a día de la misma, por lo general, cada empleado se organiza sus tareas, o se las asigna un superior. Al final de la jornada, este empleado ha terminado sus tareas, las que él mismo se impuso, o las que le fueron asignadas, pensando que ha cumplido, por lo que se va tranquilo a casa.

Pero ¿qué parte de su trabajo ha contribuido a la estrategia de la Organización?, ¿sabe este empleado, que ha conseguido objetivos o parte de ellos?

En la gran mayoría de los casos, no. Ha conseguido terminar su gestión operativa, lo que se le ha encargado en el día a día, pero la gestión estratégica sigue siendo seguramente un lema o un cartel en las paredes de la empresa.

En una importante encuesta realizada, se comprobó que:

El 97 % de los encuestados tenían una Visión claramente definida

El 80 % de los encuestados tenía planes estratégicos claros

El 52% obtuvo algunos éxitos de ejecución de sus planes estratégicos

Y solo el 33 % obtuvo importantes éxitos en la ejecución de sus planes

Estas cifras, bastante realistas por nuestra experiencia, nos indica que algo pasa con la estrategia definida y el trabajo realizado a diario, por todos los empleados de una organización

Te expongo aquí algunas de las causas relacionadas con este problema:

• Tan solo el 5 % de la fuerza laboral conoce y entiende la estrategia.
• El 85 % de los grupos ejecutivos invierte menos de 1 hora al mes en discusiones sobre la estrategia.
• El 60 % de las organizaciones no vinculan sus recursos y presupuestos con la estrategia.
• Únicamente el 25 % de los ejecutivos / gerentes, tienen sus iniciativas vinculadas  a la estrategia.
• Escasa visibilidad de planes, medidas y análisis.

¿Te son familiares estas cifras?

Bueno, ya conocemos el problema y las causas que lo provocan, no se le dedica el tiempo y recursos suficientes a la gestión estratégica, por lo que la gestión operativa del día a día nos come.

Un cliente importante no nos ha pagado

Un proveedor clave se retrasa en la entrega de un pedido importante

El sistema informático se ha caído

Ha surgido un problema entre miembros importantes de nuestro equipo

La lista de problemas que se pueden dar en el día a día sería interminable, así que, si todo nuestro tiempo lo dedicamos a la gestión operativa, adiós gestión estratégica. Y aunque la gestión diaria está ahí y es necesario atenderla, hay que saber combinarla con la gestión estratégica.

Los sistemas LEAN encuentran la causa de este problema en que solo el 10 % de las tareas que realizamos en el día a día aporta valor para el cliente, el 90 % restante, son operaciones de no valor añadido para el mismo o desperdicio de operaciones.

Por tanto, en ese 90 % de no valor añadido de tareas es donde tenemos que encontrar hueco para alinear nuestra gestión estratégica en el día a día de nuestros trabajadores o colaboradores, de forma que sientan que aportan por una lado, valor al cliente y por otro, valor a la estrategia de la empresa, consiguiendo el resultado esperado y definido.

El que el 90 % del tiempo no aporte valor al cliente, no significa que las tareas de los empleados no sea la correcta, el problema posiblemente está en procesos mal definidos, tiempos de espera demasiado largos, mala calidad, y otros motivos.

El despliegue de la estrategia de una organización no está en manos de nuestra fuerza laboral, sino en la cultura de la dirección, hacer participar a todos en la organización de la consecución de objetivos y estrategias, combinando con la gestión operativa, de esta manera se crean empresas comprometidas con la visión, se revisan los resultados cada semana, mes o trimestre, se pivota en caso de desviaciones y se felicita a todos por los logros conseguidos.

En una economía en constante cambio, es cada vez más importante garantizar que la estrategia es ágil, flexible y eficaz. Hay muchos obstáculos a los que se enfrentan las organizaciones, que contribuyen a que las estrategias fracasen.

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